Debido a un endurecimiento de la ley, tengo que renunciar al saccade trainer con el corazón encogido. Durante 10 años, he impulsado este proyecto con gran compromiso, siempre con el objetivo de ofrecer a los pacientes un entrenamiento ocular sencillo y cercano a la vida cotidiana. El carísimo registro como producto sanitario en 2020 fue uno de los muchos aspectos destacados. Por desgracia, ahora no tengo más remedio que detener el proyecto. Los obstáculos para cumplir las nuevas normas legales son demasiado altos y, para ser sinceros, quitan las ganas de desarrollar cosas útiles para la gente necesitada cuando los obstáculos son tan altos. La UE y Suiza se están equivocando de camino. Hay que fomentar la innovación, no frenarla.
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